Es curioso como a la llegada a un nuevo lugar de asentamiento son pequeñas cosas las que te hacen notar que no estás, todavía, en tu casa.
Hay que ver como usar un simple "pelapatatas" (palabra que ni el diccionaro de la Real Academia de la Lengua Española ni wikipedia incluyen), colocar la ropa en los nuevos colgadores sin que caiga o buscar algún programa que no sea telebasura con el nuevo mando desde el nuevo (un poco atrotinado) sofá requieren de un periodo de adaptación.
Y cuando todo lo nuevo deja de serlo: no se va la mitad de la zanahoria con la piel, el armario está bien organizadito y la tele dejas de verla pues no encuentras un programa que no sea telebasura... los astros y la luna se alinean indicando que es momento de meter otra vez tus pertenencias en las bolsas y levantar el campamento. Sigues tu camino con mayor sabiduria y experiencias vividas, a la espera de otras aventuras y diferentes atardeceres.
3 comentarios:
No te preocupes que este espacio está lleno de nómadas, sedentarios y personajillos varios !! Bienvenida !!
Es bueno ir de un lado para otro. Si lo aprovechas, por el camino vas encontrando pequeños trocitos de vida que van ayudando a llenar tu equipaje de mochilera nómada.
El problema es cuando el objetivo no está definido o cuando se te estropea la brújula. Entonces es cuando ni un plano detallado de la situación te ayuda en tu camino...
Cuántas veces nos hemos encontrado en esta situación... Aunque por suerte y fortuna nuestra tenemos amigos que nos hacen de guía y nos reemplazan la brújula estropeada por otra nueva que nos vuelve a poner en la dirección correcta.
Bienvenida, Transparente!!!
Ni que lo digas !!! Yo encontré mis brujulas !! Y me encanta llevarlas en la mochila !!
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